domingo, 4 de noviembre de 2012

Camino a la plenitud sacerdotal


En otoño de 1837, Gianelli, gran misionero se encontraba en San Bartolomé de la Ginestra. Le llega un pliego, lo abre...palidece y exclama:

"Yo nacido pobre. Yo de la nada. Yo,Yo Obispo: No, No..."
Es consagrado Obispo, el 6 de mayo de 1838. Presta juramento, en manos del Rey Sardo. Entre los saludos, oye una maternal: "Hijo mío , Bobbio, no es para tí".

Lo que Gianelli responde: "No tengas miedo, querida mamá. Si los bobbienses son buenos, iremos de comun acuerdo. Y si no lo son, yo cumpliré con mi deber, poniéndome en las manos de Dios".

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