El 2 de julio de 1828, fiesta de la Patrona de Chiávari, la VIRGEN DEL HUERTO presenta a María sus planes, seguro de que su corazón de Madre, le inspiraría los medios y con esta esperanza y confianza, da comienzo a la Eucaristía, (delante de su imagen milagrosa). En un momento de la Misa, lo ve claro: Reunir un grupo de jóvenes, y dedicarlas al cuidado de las niñas.
En su corazón, nace la GRAN FAMILIA HUERTANA-GIANELLINA
Comienza a reunir jóvenes. Hace el reglamento de vida y el 12 de enero, 1829 fijó el día, que da comienzo, a su vida religiosa-apostólica.
Con ellas emprende grandes empresas: dentro de la mayor pobreza material.
"Esa tristeza se cambiará en gozo..." (Jn. 16,20)
El dolor, inseparable del ser humano, nuevamente hace presa de su querida grey. En 1835, la peste, segaba a manojos a sus amados paisanos.
GIANELLI, oró , organizó una procesión penitencial. Descalzo y con una corona de espina en la cabeza: luego erguido sobre un palco, frente al Santuario de la Virgen del Huerto, cayó de rodillas delante de la imagen del crucifijo y de sus labios salió un grito desesperado de padre: "Hiere, oh señor al pastor, pero deja salva a la grey". El cielo oyó sus ruegos, una bandada de golondrinas quebró el gemido y GIANELLI, intuyó que la gracia estaba concedida y entonó el TE DEUM.
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